El Circo Volador de la Ciudad de México se transformó en una celebración escandinava que reunió a los seguidores de las bandas Ensiferum y Tiamat.
Los oriundos de Helsinki encendieron los motores de los miles de asistentes con algunos de sus himnos de batalla, para dejar listo el escenario a los suecos Tiamat, quienes cerraron una noche que fue de la euforia a la melancolía.
Los primeros en marcar el territorio fueron los finlandeses Ensiferum que, con su festivo y poderoso folk metal, convirtieron la escalonada pista del recinto en una arena de slam vikingo.
Petri Lindroos, Markus Toivonen, Sami Hinkka y Janne Parviainen, llegaron a la capital del país como parte de la gira de promoción de su más reciente producción discográfica “Two Paths”.
“Ajattomasta Unesta”, pieza musical que da entrada a este álbum, fue la encargada también de abrir una velada de complicidad entre los veloces riffs y las melenas bailando al ritmo de épicas letras sobre espadas, hachas, valiquirias y valientes guerreros.
“For those about to fight for metal”, “Twilight Tavern”, “In my sword I trust” y hasta un cover de la original de Guns N’ Roses “Sweet Child of Mine”, fueron algunas de las canciones que sirvieron para crear un peculiar ambiente de camaradería metalera.
Ataviados en negro y con los rostros pintados, los originarios del país con más bandas de metal en el mundo, se mostraron efusivos de inicio a fin de su setlist y se despidieron de la audiencia en medio de muestras de cariño y adrenalina.
Llegó entonces la hora para los suecos Tiamat, quienes imprimieron a la noche un sonido más sobrio, gótico y profundo.
La tesitura grave de su vocalista Johan Edlund, acompañada de la ejecución experta de la banda, llevó a los asistentes por un viaje sonoro que terminó de confirmar que esta dupla en el mismo escenario y la misma noche resultó en una fórmula perfecta.
Sin necesidad de escenografías ni parafernalia, ambas bandas se adornaron con un modesto juego de luces y lucieron su esplendor con una acústica impecable. Los seguidores de Ensiferum y Tiamat abandonaron el lugar luego de poco más de tres horas de un 2×1 nórdico que, a decir por sus sonrisas, les dejó muy satisfechos.


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